Te conocí prenda hermosa / para una bajada de agua
cerca del río Cunaviche / cabalgando en la sabana
oía tu voz, tu sonido / en el vientre de mi mama
igual que oía el galopar / de la bestia en la entrá de agua
y luego de haber nacido / aún cuando niño estaba
te conocí por tu canto / y los cuentos que escuchaba.
Genaro siempre decía / que gozaba en los parrandos
en donde nunca faltaban / mi papa Arturo y mi mama
mis tías y que eran preciosas / señoritas que encantaban
por sus paso escobillao / y lo bueno que bailaban.
Ernestina me decía / que lo que más disfrutaba
era el golpe del capacho / y los bordones del arpa
así te fui conociendo / prenda hermosa y ya te amaba.
Me gustaba tu figura / fina arriba, ancha abajo
la dureza de tus brazos / los colores de tu cara
tus cabellos cantarinos / al contacto con el aire
lo natural de tu cuerpo / madera de la sabana
pariente de los bucares / guamachos y chaparrales.
Más tarde, cuando crecí / después que me hice grande
comprendí con más razón / por qué fue que llegué a amarte:
además que eres bonita/ y de la emoción que impartes
representas para mí / algo que llevo en la sangre:
me recuerdas por lo menos / a mi padre y a mi madre
a la mente me trasladas / a mis amigos de infancia
esos con quienes me crié / y amanecía en los bailes;
me recuerdas con afecto / mi pueblo de cuatro calles
con parranda, bebedera / y alegría por todas partes;
ME RECUERDAS ALGO GRANDE / QUE QUISIERA CONFESARTE:
LOS MOMENTOS DE AMARGURA / SE ME VAN AL ESCUCHARTE.
La idea que tengo de tí / no la tengo de más nadie
Por eso, mi prenda hermosa / con mi letra quiero honrarte
pues algunos te utiizan / sin siquiera respetarte
otros sin considerar / que eres para Venezuela
su mejor representante.
Con ganas de divertirme / en días atrás llegué a un baile
sabía que estabas allí / contigo quería encontrarme
me zumbé unos cuantos tragos / sólo para entusiasmarme
pues sabía que el encontrarte / de la nada iba a alegrarme;
más tarde te vi llegar / con músicos de otras partes
venías vestida de azul / y de un rojo bien brillante
primera vez en mi vida / que veía algo semejante:
¿quién dijo que arpa y pintura/ pudieran por fin juntarse?
¿cuándo pensó el Camoruco, / el jabillo o apamate
que a ti, mi prenda querida / se atrevieran a pintarte?.
Yo, que había pensado mirarte / como siempre tan radiante
me encontré con la sorpresa / al ver que te disfrazaste;
la ilusión que yo tenía / de encontrarte en aquel baile
se me convirtió en rabieta / y lo que hice fue amargarme
Fui y le pregunté al arpista / por ese gran disparate
me dijo que era la moda / que el mundo estaba cambiante
y que era una gran idea / de un famoso fabricante.
La opinión de aquel sujeto / lo que logró fue incendiarme
¿Por qué no coges un sapo / medio extripao y bien grande
y lo cambias por tu abuela / por tus hijos o tu madre?.
¡NO SABEN DE IDENTIDAD / ESTA CUERDA DE IGNORANTES
NO MIDEN LAS CONSECUENCIAS / QUE ESTO PUDIERA ACARREARLES!
LO MISMO QUE PIENSO DE ÉL / SE LO DIGO AL FABRICANTE
NO QUIEREN A NUESTRA MUSICA / ESOS NO QUIEREN A NADIE
PUES DESNATURALIZAR LO NUESTRO / ALGO DE MÁS DE 100 AÑOS
ES DARLE EL GARROTE A AQUÉL / QUE MÁS QUE CRIOLLO ES EXTRAÑO.
El arpa es cultura nuestra / es música, canto y baile
por eso yo la defiendo / con sentir indoblegable
pues disfrazarla a capricho / sólo pa busca los reales
es propio de alguna gente / que no sabe el daño que hace.